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Las mujeres jugaron un papel decisivo en la Revolución para su progreso con equidad. Lucharon al lado de sus hombres y les proveyeron de algunas de las comodidades del hogar, como comida, ropa limpia y servicios sexuales. Aunque las mujeres fueron claramente parte de la Revolución, no se beneficiaron tanto de ella como, por ejemplo, la clase obrera urbana.

Las soldaderas y la Revolución Mexicana

Durante la Revolución Mexicana hubo mujeres que lucharon en los campos de batalla. Soldaderas --o mujeres soldado- estas mujeres lucharon en ambos bandos, bien por decisión propia, o bien a la fuerza. Soldadera proviene de la palabra "soldada" que significa el salario percibido por un soldado. Los hombres entregaban su salario a las mujeres para la compra de víveres, preparación de las comidas, lavado de ropa, y otros servicios. Con frecuencia las soldaderas hacían muchas otras cosas, además de labores domésticos. Algunas seguían a los soldados, creyendo que estarían más seguras que permanecer en el lugar donde se encontraban. Muchas estaban solteras y sin hijos, por lo que se podían mover de un lugar a otro con facilidad. Cuando los soldados tomaban algún lugar, no sólo requisaban armas y caballos, sino que también capturaban a las mujeres, algunas de las cuales se convirtieron en soldaderas.

Las soldaderas fueron tan importantes durante la Revolución que líderes zapatistas incluían a coronelas (coroneles femeninos) en sus listas de tropas junto con los coroneles varones. Cuando el Secretario de Guerra, Ángel García Peña intentó que las soldaderas no participaran en combates, líderes federales le advirtieron de posibles revueltas entre las tropas. Sin embargo, Villa creía que las soldaderas obstaculizaban el progreso de la tropa, aunque permitía que acompañaran a sus ejércitos porque necesitaba más efectivos y los hombres querían a soldaderas entre sus filas. Después de que fuerzas villistas perdieron la batalla de Horcasitas, Chihuahua, en 1917, 90 mujeres en la ciudad de Camargo fueron masacrados por Villa.

En su relato de la masacre, Friedrich Katz dice que la mujer de un hombre que las fuerzas villistas habían matado atacó a Villa, y que luego sus tropas mataron en el acto al resto de las mujeres que habían secuestrado. Elizabeth Salas dice que un rival escondido en un grupo de soldaderas supuestamente disparó contra Villa, quien ordenó que mataran a las 90 cuando el asaltante no se identificó. Ambos relatos hablan de un bebé que sobrevivió el episodio. Katz dice que la imagen del bebé, cubierto en la sangre de su madre, contribuyó al declive de Villa.

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Valentina Ramírez y el corrido “La Valentina”

Valentina Ramírez, la soldadera que inspiró el corrido carrancista “La Valentina”, luchó al lado del general Ramón F. Iturbide. La canción no menciona su papel en combate porque el gobierno no quería reconocer la participación de mujeres en la Revolución. Ella recibió mucha menos paga que los hombres que lucharon a su lado y vivió en la pobreza el resto de su vida. Los obstáculos hacia la igualdad sólo desaparecieron en tiempos de guerra, y sólo por un tiempo muy corto.

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“La Adelita” y la aparición de la Adelita revolucionaria

Aunque “La Adelita” fue un corrido villista muy conocido en la Revolución Mexicana, en realidad nadie sabe quién fue Adelita. Hay muchas historias; en una aparece como la amante de Villa, en otra como una intrépida soldadera de Ciudad Juárez. La palabra “Adelita” llegó a significar “soldadera”, aunque la canción en sí exalta su belleza y emociones.

"Adelita." Conway's Band, 1918. Department of Special Collections, Davidson Library, University of California, Santa Barbara. Inclusion of the recording in the National Jukebox, courtesy of Sony Music Entertainment.

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La opinión popular de las soldaderas después de la Revolución

La población, en general, perdió rápidamente el respeto que profesaba hacia las mujeres soldado y a las seguidoras de los campamentos. Durante el conflicto, las soldaderas fueron controversiales. Antes de que México reformara sus fuerzas armadas después de la Revolución, era obvio que las soldaderas no siempre incluían esposas y familiares. El nuevo gobierno hacía hincapié en que las soldaderas sólo llevaban a cabo tareas domésticas; algo que hubieran hecho de igual manera en sus hogares si no fueran siguiendo a las tropas. Al reducir la importancia de las soldaderas y borrar la idea de que muchas habían participado en combates, el gobierno podía reducir todavía más la ya insignificante ayuda que las veteranas de guerra percibían. Carranza ofreció una pequeña pensión sólo a las mujeres que fueran familiares de soldados caídos en el campo de batalla. Con su negativa a extender pensiones a las ex-soldados, Carranza esencialmente estaba ignorando el hecho de que las mujeres desempeñaron un papel importante en combate.

La División de Películas Cinematográficas, Radiodifusión y Sonido Grabado de la Biblioteca del Congreso de EUA (MBRS, sus siglas en inglés) tiene en su acervo la colección Lawrence Seffens de video grabaciones, la cual contiene varios carretes filmados durante y respecto a la Revolución Mexicana. El video que se incluye aquí es un corto que proviene del carrete decimocuarto (XIV) y muestra a las soldaderas siguiendo a sus hombres en la marcha a Veracruz.

"Soldaderas." 1 January, 1915. Unidentified Seffens Number 14, Mavis 18227. Motion Picture, Broadcasting and Recorded Sound Division, Library of Congress

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El general Salvador Alvarado, el gobernador Felipe Carrillo Puerto y el feminismo en Yucatán

Carranza nombró a Salvador Alvarado como gobernador militar de Yucatán en 1915. Durante su gestión, Alvarado instituyó un salario mínimo para todos, cerró prostíbulos, extendió servicios médicos a prostitutas, y amplió las oportunidades para una educación universal. Animó a las mujeres a tomar puestos de trabajo en el gobierno local, las trataba como adultos y creía que deberían tener las mismas oportunidades que los hombres. Alvarado también trató de eliminar la educación religiosa en las escuelas públicas. A pesar de ello, sin embargo, nombró a Consuelo Zavala y Castillo, que sí la favorecía, para encabezar el Primer Congreso Feminista en 1916.

Felipe Carrillo Puerto nació en el seno de una familia mestiza en Motul en 1874, y siempre se sintió muy cómodo entre los trabajadores rurales. Llegó a ser gobernador de Yucatán en 1922, y en sus funciones decretó muchas medidas socialistas para ayudar a las mujeres y a los trabajadores agrícolas. Fomentó la educación, y la capacidad de las mujeres para divorciarse de sus maridos sin su consentimiento o conocimiento. Sin embargo, Carrillo Puerto se mantuvo como un firme creyente en la división de los papeles de género. Sus ideas para una mayor educación e independencia de las mujeres estaban diseñadas para mejorar sus vidas en el hogar. Murió asesinado en 1924 junto con otras doce personas.

Gracias a Alvarado y Carrillo Puerto, Yucatán se convirtió en el centro ideológico del emergente movimiento feminista durante la Revolución Mexicana y la década de los años 20. La península de Yucatán estaba cerca de Estados Unidos, a quien había tratado de unirse en tres ocasiones. También tenía acceso a ideas europeas ya que su capital, Mérida, estaba a menos de cuarenta y ocho kilómetros de Progreso, el principal puerto de Yucatán. El Primer Congreso Feminista celebrado en Mérida se llevó a cabo a pesar de que incluso las mujeres más liberales, se sentían incómodas con la idea del divorcio y la educación sexual. El centro de actividad feminista pasó de Yucatán a la Ciudad de México en la década de los años 20, después de las muertes de Carrillo Puerto (3 de enero de 1924) y de Alvarado (10 de junio de 1924).

Photo of Salvador Alvarado from Angels of the Mexican Situation from Mexican Viewpoints (Mexico, 1914). F1234 .A58

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El Primer Congreso Feminista

El Primer Congreso Feminista, al que asistieron 620 delegadas, se celebró en Mérida, Yucatán, en 1916, organizado por Consuelo Zavala y Castillo, una profesora en una escuela privada. La mayoría de las asistentes eran maestras, que habían podido asistir porque el gobernador Alvarado les había proporcionado los billetes de tren, un tiempo de excedencia y fondos.

Cuando se procedió a la lectura de la tan radical obra de Hermila Galindo “La Mujer en el Porvenir”, la mayoría de las delegadas quedaron escandalizadas al oír su defensa de la educación sexual, el divorcio y el anticlericalismo. En la última sesión, las delegadas propusieron que las mujeres tuvieran el derecho al voto. Cuando se celebró el segundo congreso, a finales de 1916, menos de la mitad de las delegadas asistieron de nuevo y no hubo suficiente apoyo para exigir el voto femenino.

Sin embargo, y gracias en parte al Congreso, el presidente Carranza promulgó la Ley de la Familia y Relaciones al año siguiente. La ley otorgaba nuevos derechos a las mujeres y permitía demandas de paternidad, anteriormente prohibidas, y el reconocimiento de hijos ilegítimos.

Anuncio del Primer Congreso Feminista en el Diario Oficial del Gobierno Constitucionalista del Estado de Yucatán (República Mexicana) Año XIX, Núm. 5580; J4 .Y8 enero - marzo 1916. Law Library, Library of Congress

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